domingo, 11 de febrero de 2018

Querido Diario, 11 de febrero de 2018

Querido Diario:

No te lo vas a imaginar... ¿A que no sabes qué salas me han tocado vigilar hoy? ¡Ah! Pues sí, has acertado... unas salas de Goya. Ya te dije el 9 de febrero que este mes he debido coger un bono especial de vigilante de Goya. Pero, en fin, lo importante es trabajar. Y que no falte.

Hoy ha sido un caos. Muchísima gente, muchísimos grupos, muchísimos grupos de orientales, muchísimos fotógrafos "despistados" e "ignorantes" de la norma de no poder hacer fotos en el Museo, muchísimas manos con planos, bolígrafos y patillas de las gafas señalando los cuadros,... ¡¡¡Socorro!!!

Cuando han sonado los timbres para empezar el desalojo, mis salas parecían la calle Gran Vía de Madrid, en hora punta.

Pero no me puedo quejar, que me he pasado cinco minutos riéndome de lo que ha dicho con rotundidad una madre a su hijo al entrar en una de mis salas...

-Mira, esta es la "sala oscura".

Buena mujer, sala oscura, lo que se dice sala oscura, va a ser que no. Es cierto que hace tiempo tenía una iluminación más puntual sobre los cuadros y menos ambiental. Pero la modificaron y subieron de intensidad la de ambiente. Y ya no está tan "oscura".

¿No será, querida visitante madre, que te referías a que esa era la sala de las Pinturas Negras? Venga, vale, "oscura" y "negras" tienen algo de parecido, más o menos. A partir de ahora, denominaremos "sala oscura" a las Pinturas Negras de Goya, jejeje.

¿Y sabes, querido Diario, qué cuadro es el Top 10 de esta sala, el que tiene más éxito? Pues el que desgraciadamente tiene más éxito, porque es el más fotografiado, es Saturno, que pintó Goya entre 1820 y 1823 en la Quinta del Sordo, la casa de campo a las afueras de Madrid, junto al río Manzanares, que adquirió en 1819.

Ah, ¿sabes que la Quinta del Sordo ya se llamaba así antes que Goya la comprase? Por tanto tengo que desmitificar el mito de que se llamaba así por Goya, que aunque sordo, el nombre de la quinta se referiría a otro sordo.

Y volviendo al cuadro, que me enrollo más que las persianas, sí, Saturno es más fotografiado que Antonio Banderas en un photocall.

¿Que cuál es la historia de Saturno y por qué es tan repugnante esa pintura? Te cuento... Ovidio la describe en los Fastos en el libro IV. Y dice que Saturno, queriendo saber la estabilidad de su Reino, tuvo por respuesta de un Oráculo que un hijo suyo le arrancaría el cetro. Y él, temeroso de su descendencia, la iba devorando según iba saliendo de las entrañas de su mujer Rea. Cuando nació Júpiter, una piedra que estaba oculta en la ropa de la madre penetró en la garganta del dios Saturno y éste se pensó que se había comido a un hijo más. Así fue burlado por el destino.

Una vez adulto, Júpiter hizo la guerra a su tío Titán, el hermano mayor de su padre Saturno, derrotándolo y devolvió el imperio del cielo a su padre. Entonces, Saturno trató de matar a su hijo Júpiter, pero este le venció y se apoderó del imperio del cielo.

Bueno, esta es la historia de Saturno, pero, volviendo al cuadro de Goya, recuerdo que ya te conté el 22 de octubre de 2017 que Goya pintó catorce escenas en las paredes de su Quinta. Y una de estas Pinturas Negras es nuestro Saturno.

Si bien recuerdo, nunca te he ocultado, querido Diario, que Goya no me gusta. Y esta pintura no iba a ser menos. Por eso te he pegado a un lado la fotografía de este cuadro y de otro, que me gusta más. Se titula Saturno devorando a un hijo, que se han roto la cabeza pensando en el título, y lo pintó Pedro Pablo Rubens entre los años 1636 y 1638.

Este es más realista... más sanguinario... más asqueroso... me gusta más, jajaja.

Ahí lo dejo, querido Diario.

(Fotografía de los cuadros Saturno - 1820-1823 -, de Francisco de Goya y Lucientes, que se puede contemplar en la sala 617; y Saturno devorando a un hijo - 1636-1638 -, de Pedro Pablo Rubens, que se puede contemplar en la sala 29).

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