Querido Diario:
Hoy no he trabajado pero ha sido un día muy importante para mí... y para ti, querido Diario. ¿Que por qué? Pues porque en el programa Esto de suena de Radio Nacional de España me han hecho una entrevista... por ti.
Se enteraron de tu existencia y han querido saber más sobre los vigilantes de sala del Museo del Prado, y, claro, hemos hablado de ti. Si me quieres oír, bueno, tú y todos los "cotillas" que te leen a hurtadillas, lo pueden hacer haciendo clic en las palabras... "Esto me suena".
La verdad es que me lo he pasado genial. Al principio estaba nervioso... no, muy nervioso... no, súper nervioso... no, mega nervioso... y más. Eso sí, los presentadores José Antonio García Muñoz, al que llaman Ciudadano García, y David Sierra me lo han hecho muy fácil. Con las bromas a micrófono cerrado me han relajado... lo justo y necesario para que no me diera un infarto. El problema... mejor dicho, mi problema es que no me gusta escucharme... entre otras cosas porque tartamudeo sin darme cuenta. Quiero buscar la palabra más correcta y se me traba la lengua mientras pienso. ¡¡¡Que mal me sueno!!! Pero, bueno, lo he hecho lo mejor posible y con mucha ilusión. Espero haber estado a la altura.
Y, claro, como no he ido a trabajar no puedo contarte ninguna "batallita" del Museo. Bueno... sí.
He estado buscando un cuadro que hablase de una entrevista y que estuviese expuesto en el Museo, y he encontrado uno que justamente está en una de mis salas que me toca vigilar este mes. Y encima es una "batallita".
Se titula La rendición de Bailén (de la tradición y de la historia), y lo pintó José Casado de Alisal en el año 1864.
Este cuadro representa uno de los momentos cruciales de la Guerra de la Independencia contra Francia, que duró desde 1808 al 1814. Para ser más exactos, representa la capitulación del ejercito francés ante las tropas españolas tras la derrota sufrida por los franceses en las cercanías de Bailén, en la provincia de Jaen. Si bien recuerdo fue el 19 de julio de 1808.
La escena inmortaliza la "entrevista", de ahí el hablar de este cuadro, que tuvieron pocos días después Francisco Javier Castaños, que era el Capitán General de Andalucía y Jefe de las tropas españolas, y Pierre-Antoine Dupont de l`Étang, que era el Comandante en jefe del Cuerpo de Observación de la Gironda y uno de los estrategas de Napoleón. En esa reunión se fijaron las condiciones de la rendición.
Si te fijas ahora en el cuadro, querido Diario, en el lado de la izquierda está el ejercito ganador, el español, que está compuesto por militares regulares y guerrilleros del pueblo. Y en la parte de la derecha, el francés.
En el centro, vestido de rojo y blanco, está el general Castaños, el español, que está saludando respetuoso y con gesto afable, quitándose el bicornio, mientras hace una cortés reverencia. Por otra parte, el Comandante Dupont, el francés, que está vestido de negro y blanco, con una actitud orgullosa y seria, responde abriendo los brazos en señal de rendición, declarándose prisionero tras entregar su espada.
¿Sabes, querido Diario? A pesar de la veracidad histórica que Casado quiso infundir en esta narración de la escena, la verdadera rendición de Bailén no tuvo lugar en el mismo campo de batalla, sino que fue firmada en una casa de postas de Andújar tres días después, el 22 de julio de 1808.
Me imagino que te preguntarás entonces por qué Casado de Alisal lo pintó de esta manera. La respuesta es muy sencilla... ¿no te suena a otro cuadro, que también está en la Museo? Pues sí, querido Diario, este nuestro pintor Casado quiso rendir un homenaje a Velázquez y a su cuadro La rendición de Breda. Si te fijas bien, los grupos de los dos ejércitos están distribuidos de forma muy semejante, aunque los ejércitos están invertidos. En este cuadro los vencedores están en el lado izquierdo y en el de Velázquez están en el derecho.
Y los mástiles de los banderines y enseñas de ambos bandos ayudan aún más a recordar el cuadro velazqueño. ¿No te parece?
Ahí lo dejo, querido Diario.
(Fotografía de los cuadros La rendición de Bailén - 1864 -, de José Casado de Alisal, que se puede contemplar en la sala 61B; y La rendición de Breda - hacia 1635 -, de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, que se puede contemplar en la sala 9A).
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