Querido Diario:
Hoy ha empezado marzo y me ha tocado vigilar, como era de esperar, las mismas salas todo el mes. Como te vas a cansar de escuchar cosas de esas salas, he decidido contarte otras cosas que me han pasado en estos días anteriores y que no te he escrito, siempre y cuando que no pase nada importarte y urgente que comentar, claro.
Y es que hacía mucho tiempo que no me tocaba vigilar la sala 12, la sala de Las Meninas... y hace unos días me tocó, y lo disfruté.
Y lo disfruté porque, estando vigilando, se me acercaron dos señoras con tres niñas. Y una de las madres insistía a una de las niñas, de unos 8 o 9 años a que me hiciera una pregunta. Y ella, cortada...
-No, pregúntaselo tú.
-Venga, pregúntame lo que quieras, que aunque esté serio, no lo soy.
-No, pregúntaselo tú...
Que al final no conseguimos, ni la madre ni yo, que me hiciera la pregunta. Al final fue la mujer la que preguntó...
-Que quiere saber qué estaba pintado Velázquez en ese lienzo del cuadro.
¡¡¡MEEEEGGGG!!! Alarma activada... pregunta sin respuesta...
-La respuesta es la d) No sé, no contesto. Mira, te lo explico... No se sabe qué estaría pintando Velázquez. Unos dicen que podría ser el mismo cuadro de Las Meninas. Otros, que podría ser un retrato de los reyes, y por eso se refleja en el espejo del fondo. Otros dicen que esa escena nunca existió y que Velázquez pintó un lienzo por detrás, pero que podría haber pintado otra cosa... La verdad es que nadie lo sabe.
-¡Ah! Gracias.
Estos hechos animan, porque parece que estamos solamente para reprender con el...
-No fotos, por favor.
... pero esa no es nuestra intención. Nos gusta que de vez en cuando nos pregunten algo de arte, de los cuadros, aunque no sea nuestro cometido el responderles. Porque así nos sentimos más humanos... bueno, más cercanos con los visitantes.
¡Ah! Que se me pasaba contártelo. No sabes lo que oí, querido Diario, de la boca de una profesora. Te cuento...
Llegó un grupo de alumnos de unos 12 o 13 años, con una profesora. Y ésta hizo una pregunta que, horror, preferí no escuchar. Pero lo peor fue la respuesta.
-La menina del centro, la pequeña, ¿quién es?
Al no contestar ninguno de sus alumnos, siguió luciéndose...
-Era la heredera del trono, que se casó con 15 años.
¡¡¡AHHHGGG!!! De tres cosas que ha dicho, solo ha acertado en una.
Primero, la infanta Margarita Teresa de Austria era eso, infanta, y no menina. Las meninas eran damas de compañía que se dedicaban a servir y distraer a la infanta.
Segundo, la infanta Margarita Teresa de Austria no era la heredera del trono. En aquella época el heredero solía ser un varón. Por eso los reyes, sobre todo él, se empecinaba en tener hijos hasta que naciera el varón... y que no se muriese de niño. Y en el año en que se pintó Las Meninas, en 1656, la infanta Margarita tenía una hermana mayor, por parte de padre, que se llamaba María Teresa de Austria, y que en ese caso hubiese sido ella la heredera al trono.
Eso, sí, todo en su justa medida, hay que decir que la profesora acertó en que la infanta Margarita Teresa de Austria se casó con 15 años, con Leopoldo I de Habsburgo, que, por cierto, era tío suyo y, sobre todo, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Y como veo que la profesora no lo tenía muy claro sobre los personajes, por si ella es una de las cotillas que husmean en este nuestro Diario, he decidido hacerte un repaso rápido de los personajes del cuadro. ¿Te apetece?
Iré de izquierda a derecha...
El primero que vemos es Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, el pintor. ¡Ah! Por cierto, un cotilla... ¿o era una cotilla? No me acuerdo... Bueno, sea quien fuere, me dijo que explicase lo de la cruz roja que tiene Velázquez pintada en el pecho. Pues, bien, es la cruz de la Orden de Santiago. El hecho es que Velázquez no era caballero de esa Orden cuando pintó el cuadro, sino que ingresó tres años después, en 1659. Y dicen las malas lenguas que fue el propio rey Felipe IV el que pintó en el cuadro la cruz en el pecho del pintor, «para aliento de los profesores de esta nobílisima arte». Pero, lógicamente, no está documentado. Seguramente sería el propio Velázquez quien la pintase y otro pintor allegado a él.
Después de Velázquez está María Agustina Sarmiento de Sotomayor, una de las dos meninas que aparecen en el cuadro. Es la que está ofreciendo agua en un búcaro a la Infanta. ¿Que qué es un búcaro? Pues es muy sencillo, querido Diario... es una vasija pequeña de arcilla porosa que refrescaba el agua. Y si te fijas bien, verás que está haciendo un gesto de reclinarse ante la infanta Margarita.
Lógicamente, la siguiente en la lista el la propia infanta Margarita Teresa de Austria, hija de Felipe IV y su segunda esposa, Mariana de Austria, que, por cierto, era sobrina del Rey.
Después está Isabel de Velasco, la otra menina. Se la ve que está haciendo una reverencia. Eso está indicando que está ante los Reyes, que se ven reflejados en el espejo del fondo.
Detrás de la menina Isabel está Marcela de Ulloa, que era la "dueña", es decir, la encargada de cuidar y vigilar a todas las doncellas que rodeaban a la infanta Margarita.
A su lado hay un personaje que no se sabe muy bien quien es. Se dice que es un "guardadamas". Sííííí, ya sé que no lo sabes... un guardadamas era el que iba a caballo al lado del coche de las damas para que nadie les llegase a hablar ni molestar. El dramaturgo Antonio Buero Vallejo escribió una obra de teatro titulada Las Meninas, que no se rompió la cabeza buscando un título más original, y puso nombre a este personaje. Decía que se llama Diego Ruiz de Azcona.
Al lado de la menina Isabel, algo más adelanta, está Mari Bárbola, que era una enana que entró en Palacio en 1651, el año en que nació la infanta Margarita, y le acompañaba siempre en su séquito.
Y a su lado, pisando a un perro mastín español, está Nicolasito Pertusalo, otro enano, que llegó a ser Ayuda de cámara en Palacio.
Y solo me queda un personaje, el que está al fondo, en el dintel de una puerta, en unas escaleras. No se sabe si está entrado o saliendo de la sala. Es José Nieto Velázquez, aposentador de la Reina, que era, más o menos, el responsable de las habitaciones del Palacio y, en los viajes, el responsable de buscar el hospedaje de los Reyes. Parece ser que José Nieto era primo del pintor.
Bueno, después de tanto rollo, ahí lo dejo, querido Diario.
(Fotografía del cuadro Las Meninas - 1656 -, de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, que se puede contemplar en la sala 12).
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