lunes, 16 de abril de 2018

Querido Diario, 16 de abril de 2018

Querido Diario:

Hoy he librado, pero me acuerdo un par de anécdotas que me pasaron en el mismo día, hace una semana, más o menos...

Me tocaba vigilar las salas donde están los cuadros de Rafael. Bueno, en el Museo tenemos mucha confianza con él y le llamamos simplemente por su nombre, pero en los demás lugares de la tierra se le conoce por Rafael Sanzio y también como Rafael de Urbino. Pero nosotros somos más chulos que nadie y le llamamos simplemente por su nombre, Rafael.

En fin, estaba vigilando esas salas cuando se me acercó una joven de unos diecinueve o veinte años, un poco alterada, y me preguntó...

-¿Me puede decir dónde está el cuadro Sagrada Familia del Cordero de Rafael? Es que he venido varias veces al Museo del Prado buscando este cuadro, me han dicho que está aquí pero no lo encuentro.

-Es ese cuadro.

-¡Ah, claro! Es que me lo imaginaba más grande. Muchas gracias.

Y es que es verdad, querido Diario. La Sagrada Familia del Cordero es un cuadro muy pequeño y pasa desapercibido si no estás muy atento. Solo mide 21,5 x 28 centímetros... más pequeño que un folio. Eso sí, es precioso.

¿Sabes? Este cuadrito lo pintó Rafael en el año 1507 y está inspirado en un dibujo preparatorio de Leonardo da Vinci para el altar mayor de la Annunciata de Florencia. Y aunque el dibujo de Leonardo se ha perdido y el altar nunca se llegó a realizar, se sabe, por una copia que está en una colección privada, que mostraba a santa Ana sujetando a la Virgen, quien a su vez trataba de impedir que su hijo abrazase al cordero.

Si te fijas bien, querido Diario, la tabla de Rafael, porque este cuadrito está pintado al óleo sobre una tabla, muestra a la Virgen María, al Niño y al cordero, pero santa Ana ha sido sustituida por san José. Además Rafael modifica un poco la escena... la Virgen está ayudando al su Hijo a abrazar al cordero mientras que san José les mira atento y reflexivo.

En fin, volviendo al día que estaba vigilando la sala de Rafael, después del episodio de la joven "buscadora y no encontradora", vi a unos padres con su hija de unos seis o siete años. La madre le preguntó a la niña...

-De todos estos cuadros, ¿cuál te gustaría llevarte a casa?

Y el padre le saltó sin pensárselo...

-Hipotéticamente hablando, ¿verdad?

A lo que la madre le contestó...

-Si, sí, claro. Si empezamos a comprarlos, ya sabes que no pararíamos.

Quiero pensar que estaban irónicamente hablando, porque cada cuadro de estos deben valer muchos millones de euros. Pero, ¿quién sabe? A lo mejor eran unos millonarios que no saben qué hacer con el dinero y si la niña dice que le gusta un cuadro, van a por él.

Al final, después de que la niña recorriera toda la sala con la mirada, señaló uno...

-Éste.

Y señaló ni más ni menos que la Sagrada Familia, llamada la Perla, que pintó Rafael Sanzio, bueno... Rafael, que estamos en el Museo y hay que llamarle así, y que pintó hacia el año 1518.

Ah, ¿sabes por qué se llama así este cuadro, querido Diario? Ya me imaginaba que no... yo tampoco lo sabía. Y me acuerdo que una semana antes, casualidades de la vida, volvíamos a casa en tren un compañero y amigo, Tomás, y yo, y empezamos a hablar de esa sala. A él le tocaba vigilarla todo el mes. Y empezamos a recordar los cuadros de la "Sagrada Familia" que tenía Rafael en el Museo, hasta que llegó el tema de esta Sagrada Familia, llamada la Perla...

-¿Sabes por qué se llama la Perla, Tomás?

-Pues será porque tiene una perla dibujada, como el cuadro de la Sagrada Familia con Rafael, Tobías y San Jerónimo, que se le conoce más por la Virgen del pez porque Tobías tiene un pez en la mano... vamos a investigarlo por internet.

Y sacó su móvil y se puso a buscar el cuadro de La Perla en la página web del Museo del Prado. Y empezamos a rebuscar por todos los lados la famosa perla y... nada. No la encontrábamos.

-Mira la explicación del cuadro, que a lo mejor ahí lo pone.

Efectivamente, querido Diario. Ahí estaba escrito el misterio. ¿Sabes? Se llama así, no porque haya una perla dibujada, sino porque cuando se lo regalaron al rey Felipe IV, éste al verla exclamó...

-He aquí la perla de mis cuadros.

Y de ahí el sobrenombre de "La Perla". Por cierto, desde entonces se le denomina así en varios inventarios.

En este cuadro vemos a la Virgen María, al Niño Jesús, a san Juan Bautista, aunque todo el mundo le dice "san Juanito", a santa Ana, la madre de la Virgen, y a san José.

Y vemos que el Niño Jesús está sentado en las rodillas de su Madre y apoya el pie izquierdo sobre una cuna de mimbre. San Juanito está de pie frente a Jesús y le ofrece unas frutas que tiene dentro de su pelliza. Santa Ana está arrodillada detrás de su nieto, con los ojos cerrados en actitud de meditación, arropada por el abrazo de su hija. Al fondo, al lado derecho, entre unos edificios en ruinas y un puente, tras el vano de una ventana está san José.

Y si te fijas bien, querido Diario, en primer plano, debajo del pie izquierdo de san Juanito, junto a una piedra más o menos grande, hay una concha marina... pero sin perla.

Y después de todo este rollo, me gustaría preguntarte sobre una duda razonable que siempre, siempre, siempre, me ha llamado la atención. Y es... si la Virgen María, san José y santa Ana están vestidos hasta la cabeza, ¿por qué pintan al Niño Jesús solo con unos pañales? Vale que en el Evangelio de san Lucas pone...

"Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito , lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada". (Lc 2, 6-7)

Pero no me imagino a la Virgen María ser tan mala madre que SOLO le tapase con un pañal. Supongo que tendrá que tener un significado iconográfico. Me imagino que quiere decir que Jesús, el Dios Hijo, se hizo hombre... con toda la sencillez, humildad y pobreza del hombre. Por eso solo fue envuelto con unos simples pañales.

Ahí lo dejo, querido Diario.

(Fotografías de los cuadros Sagrada Familia del Cordero - 1507 - y Sagrada Familia, llamada la Perla - hacia 1518 -, los dos de Rafael, que se pueden contemplar en la sala 49).

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