Querido Diario:
Hoy estoy contento. Te cuento... Después de escribirte en otro "cuaderno", llamado Facebook, he decidido comprar otro mucho más bonito. Es este blog. Lo voy a titular "Diario de un vigilante de salas del Museo del Prado". ¿Te gusta?
Bueno, te cuento lo que hice ayer, ya que hoy he librado en el Museo. Me tocó vigiar, entre otras obras, las "pinturas negras" de Goya.
Francisco de Goya compró en 1819 una casa de campo denominada, ya con anterioridad, la "Quinta del Sordo". Empezamos bien, querido Diario, toda la vida pensando que esta Quinta se llamaba así por Goya, porque estaba sordo, y ahora he leído que ya se llamaba así antes de que la comprara. ¡¡¡No te acostarás sin saber una cosa más!!!
Esta Quinta fue el sitio ideal para que diera rienda suelta, entres sus muros y sin críticos, sus creaciones más críticas. Estas pinturas negras las pintó entre 1819 y 1824, que fue el año de su marcha a Francia.
Son catorce pinturas murales, es decir, pintadas sobre las paredes. Bueno, no entiendo mucho, pero me imagino que estaban pintadas sobre unas capas de preparación encima del muro propiamente dicho. Y lo curioso es que lo que hay en el Museo del Prado son pinturas sobre lienzo.
¿¿¿Perdona???... como diría mi hija.
Sí, son pinturas arrancadas del mural y colocadas después en lienzo. Según he estado investigando, hay tres maneras de hacerlo, y tienen nombres italianos: Strappo, Stacco y Massello. Según pone en la cartela del Museo, estas se arrancaron según la técnica de Strappo, que consiste, a grandes rasgos, en limpiar el muro; luego se echa encima un fijador, que actualmente algunos restauradores utilizan “resina epoxi; más tarde se cubre la pintura con unas telas empapadas en cola orgánica caliente; cuando estás secas se separan del muro, consiguiendo que la pintura se quede “pegada” en la tela; una vez extraída la pintura, se limpia de impurezas la parte de la pintura y luego se traslada al lienzo, y con agua caliente se quita las telas y el fijador sobrante. Así se sencillo, jejeje.
¿Te ha gustado la explicación, querido Diario? La verdad es que no tenía ni idea y una compañera me lo explicó. Gracias,...
Bueno, te dejo con una de las "pinturas negras". Se titula "Perro semihundido" y estaba en la planta superior de la Quinta. Y te preguntarás, querido Diario, qué pinta el autorretrato de Leonardo da Vinci junto a él. Pues eso digo yo, jejeje. Es que, te cuento, ayer lo escuché por primera vez, y espero que por última. Fueron a mi sala un grupo pequeño de orientales. La verdad, no sé si eran japoneses, chinos o coreanos. Todavía no los sé distinguir. Bueno, pues la guía de este grupo de orientales tenía un Ipad y les enseñó al autorretrato de da Vinci y señalaba la zona superior del cuadro de Goya. Como hablaba en perfecto oriental, no entendí ni papa, pero cuando terminó la explicación y le pregunté que qué tenía que ver el Leonardo con el perro semihundido de Goya. Y me dijo que el autorretrato de da Vinci se puede distinguir en la parte de arriba, en la parte amarilla del cuadro de Goya.
Querido Diario, no sé cuántas fotos hicieron en la sala, pero te prometo que me quedé un buen rato mirando el cuadro, buscando a Leonardo, entrecerrando los ojos para ver algo... y nada. Fui incapaz de ver a Leonardo da Vinci en el cuadro "Perro semihundido" de Francisco de Goya.
Ahí lo dejo, querido Diario.
(Fotografía de los cuadros Perro semihundido - 1820-1823 -, de Francisco de Goya, que se puede contemplar en la sala 67, y Autorretrato - hacia 1513 -, de Leonardo da Vinci).
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