domingo, 24 de diciembre de 2017

Querido Diario, 24 de diciembre de 2017

Querido Diario:

Hoy es uno de los tres días que el Museo solo abre por la mañana. Estos son el 24 y 31 de diciembre y el 6 de enero. Y los vigilantes de sala estamos divididos en tres grupos para que tengamos que trabajar en estos días solo uno. A mí este año me toca el 31 de diciembre. Buen arranque para después de unas vacaciones. Ya te contaré qué tal lo he pasado. Por ahora, lógicamente, no lo sé.

Y hoy, 24 de diciembre, día de la Nochebuena, noche que celebramos el nacimiento de Jesús, hace, más o menos, unos dos mil diecisiete años, no puedo dejar pasar la oportunidad de hablarte de un cuadro relacionado con la Navidad. Este es la Adoración de los pastores, que pintó fray Juan Bautista Maíno entre los años 1612 y 1614.

¿Te he dicho alguna vez, querido Diario, que mi pintor favorito del Museo es Maíno? ¡Ah! Siete mi quinientas veintiocho veces. Bueno, una vez más no pasa nada, ¿verdad?

Pues sí, querido Diario. Me encanta Maíno. Y espero que tú también te enamores de él...

Te cuento cómo surgió este cuadro... En febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmó un contrato para pintar los cuadros para el retablo mayor del templo del Convento de San Pedro Mártir, en Toledo. Maíno se comprometía a pintarlos en ocho meses, pero se retrasó un poco... bueno, un mucho, pues los terminó en diciembre de 1614.

¿Que qué pasó para este retraso? Pues ni más ni menos que entre medias, Juan Bautista Maíno se convirtió en fray Juan Bautista Maíno, ya que ingresó en la Orden de los Dominicos, en ese mismo convento, en julio de 1613. Y ya sabes, querido Diario, entre los preparativos, ingreso y acondicionamiento, en lo que menos pensaría sería en pintar, digo yo. Y me imagino que el Prior del convento le perdonaría el retraso.

El retablo estaba formado por cuatro grandes cuadros sobre la vida de Jesús, que conformaban las fiestas mayores del año litúrgico, conocidas como las Cuatro Pascuas.

Estos cuadros son la Adoración de los pastores, La Adoración de los Reyes Magos, La Resurrección y Pentecostés. Sobre el tema de Pentecostés, unos tres años después pintó otro cuadro. Pero este es un motivo para escribirte otro día.

Y sobre la Adoración de los pastores, te he decir que está basado en el Evangelio de San Lucas, que dice:

"Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a
Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».

Y sucedió que, cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha comunicado».

Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho". (Lc 2, 6-20)

Como se ve en el cuadro, la escena tiene lugar en un edificio arruinado, durante el atardecer, según las luces que se ven al fondo, cuando un grupo de pastores van a adorar al Niño Jesús.

Y si analizamos bien la pintura, puedes ver, querido Diario, que las figuras están colocadas en tres niveles espaciales bien diferenciados.

En el centro está la Sagrada Familia, con el Niño en el pesebre mirando a su Madre que está en posición de oración, mientras san José le está besando. La lado de la Virgen hay un pastor sujetando a un carnero. Detrás de san José se ven las cabezas del buey y la mula.

En el nivel superior vemos a tres ángeles que contemplan la escena familiar.

Y en la parte inferior hay dos pastores. Uno, a la izquierda está tocando una flauta.

Pero me quiero parar a observar al otro pastor, a que está a la derecha. Está de espaldas sujetando a un cordero atado. ¿Qué querrá significar? Lo lógico, querido Diario, es que estuviese mirando al Niño, pero, no. Le está dando la espalda e incluso parece que está enfadado. Es porque representa a las personas que cogieron y maniataron al "Cordero Místico", es decir, a las personas que apresaron a Jesús en el Huerto de los olivos.

Eso sí, querido Diario, no puedo dejar de observar la delicadeza del dibujo. No sé si lo notarás en la fotografía, pero en la cesta que está al lado del cordero se aprecia perfectamente el mimbre del que está hecha. Y el propio cordero... no vemos las pinceladas, vemos lana.

Y si ves la zapatilla del pastor del carnero... si hasta se ven las puntadas del hilo. O los pies de los pastores descalzos, llenos de suciedad...

Magnífico este Maíno. Para mí, un diez en dibujo artístico.

Bueno, querido Diario. No me puedo marchar sin desearte a ti y a todos los "cotillas" que te leen a hurtadillas una... ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Ahí lo dejo, querido Diario.

(Fotografía del cuadro Adoración de los pastores - 1612-1614 -, de fray Juan Bautista Maíno).

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