domingo, 10 de diciembre de 2017

Querido Diario, 10 de diciembre de 2017

Querido Diario:

Hoy estoy un poco vago y lo que voy a hacer es recuperar un escrito que te hice en mi antiguo "cuaderno", el de Facebook.

Como ayer te comenté cosas de Epimeteo y Pandora, esas dos únicas esculturas que se conocen de El Greco, hoy te voy a hablar de otros dos personajes, pero esta vez pintados en sendos cuadros.

Y es que allá por octubre estuve vigilando unas salas de Alonso Sánchez Coello, entre otros, y también de Durero, ese pintor renacentista alemán que más veces se autorretrató.

Y entre otros cuadros, tuve que cuidar las dos tablas sobre Adán y Eva que pintó en 1507. Preciosas, grandiosas, impresionantes... ¿se nota que me encantan?

Durero las pintó en su Núremberg natal, pero no se sabe el destino original de estas tablas. Y destacan por la idealización y la sensualidad de la figura humana, según el canon clásico. Según dicen los expertos, la eliminación del paisaje de fondo y de cualquier otro motivo que pudiera distraer la atención del observador delata el obsesivo interés de Durero por el estudio de las proporciones del cuerpo.

Y hablando del cuerpo, querido Diario, siempre me ha llamado la atención un tema que se les ha escapado a todos los pintores que han retratado a Adán y Eva. No sé si a otras personas se les habrá ocurrido, pero a mí sí. A lo mejor soy un genio y no lo sé, jejeje.

Bueno, bromas aparte, el tema en cuestión es el ombligo.

Te cuento mi razonamiento, a ver si estoy en lo cierto o no... Según la Biblia, en el libro del Génesis, "... el Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo". (Gen 2, 7)

Luego pone que Dios plantó un jardín en Edén y que y colocó en él a Adán. A continuación dice que "Adán puso nombre a todos los ganados, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontró ninguno como él, que le ayudase". (Gen 2, 20)

Entonces "el Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió; le sacó una costilla, y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios formó, de la costilla que había sacado de Adán, una mujer, y se la presentó a Adán". (Gen 2, 21-22)

Resumiendo, Adán fue creado del barro y Eva de una costilla de Adán. Eso lo tienes claro, ¿verdad, querido Diario?

Pues ahora viene la segunda parte de mi "comedura de coco". El ombligo, según la RAE, y las ciencias naturales, claro, es la "cicatriz redonda que queda en medio del vientre, después de romperse y secarse el cordón umbilical".

Por tanto, si Adán y Eva no salieron del útero de ninguna madre y por tanto no fueron alimentados en la placenta por medio del cordón umbilical, ¿por qué se les pinta con ombligo, con esa cicatriz?

Quiero pensar que el estudio de la medicina de aquella época no estaba tan avanzado como ahora, pero me imagino que ya se sabría qué era el ombligo. Tenían que ver y saber que el ombligo era, una vez seco, el final de ese cordón asqueroso que se unía a esa bolsa fofa que salía junto al bebé. Por tanto, ¿por qué los pintó con ombligo? MEGGGG!!! Fallo por parte de Durero.

La verdad, querido Diario, es que todos los cuadros que he visto sobre Adán y Eva, como los de Jan Brueghel el Joven, Durero, Tiziano, Rubens,... TODOS los han pintado con ombligo.

Repito... MEGGGG!!! Fallo por parte de todos los pintores de Adán y Eva "ombligados".

Ahí lo dejo, querido Diario.

(Fotografía de las tablas Adán y Eva -1507- de Alberto Durero).

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