Hoy he tenido que hacer un par de horas más porque mis compañeros del turno anterior tenían que hacer un curso. Y, por fin, hoy he estado en otras salas "nuevas", que no eran las mías de este mes. Bueno, han sido solo dos horas, pero algo es algo. Es que ya pesan las mismas salas todos los días...
Por cierto, querido Diario, ¿alguna vez te he dicho que soy de Alcalá de Henares? ¿No? Pues ya lo sabes.
Y es que Alcalá de Henares es el único municipio de la Comunidad de Madrid con el título de "Ciudad", ya que se lo concedió el rey Carlos II en el año 1687. ¿Y Madrid capital?, te preguntarás, querido Diario. Pues es que Madrid nunca ha sido ciudad. Es una villa... la villa de Madrid. Venga, sí, Villa y Corte, pero, en el fondo, villa. Es que "realmente" Alcalá tiene más categoría que Madrid. Que los "cotillas" madrileños nos perdonen, pero es el único consuelo que tenemos, jejeje.
¿Y por qué te cuento esto? Todo tiene su explicación que más tarde entenderás, querido Diario. Pero antes te tengo que contar más cosas...
El Museo Nacional del Prado se inauguró el 19 de noviembre de 1819, con el nombre de Real Museo de Pinturas. Dentro de cuatro días hará 198 años de existencia. ¡¡¡FIESTA!!!
Pero, en fin, voy a retroceder incluso más en el tiempo... Y es que el edificio lo diseñó el arquitecto Juan de Villanueva, que se empezó a construir en 1785, para albergar el Real Museo de Ciencias Naturales. Pero con la Guerra de la Independencia contra Francia, este proyecto se paró.
Fue la segunda esposa del rey Fernando VII, la reina María Isabel de Braganza, quien tomó la decisión de destinar ese edificio a la creación del Real Museo de Pinturas, con los fondos procedentes de las colecciones de los reyes de España. Pero falleció antes de ver su obra terminada, ya que murió en diciembre de 1818 y, como te he dicho antes, el Museo se inauguró once meses después, en noviembre de 1819.
Por las desamortizaciones, en especial la de 1836, con las obras incautadas de las extintas órdenes religiosas se creó en 1837 el Museo Nacional de Pintura y Escultura, que se le conoció por el Museo de la Trinidad, porque se ubicó en el convento de ese mismo nombre en la calle Atocha de Madrid.
En 1872 se disolvió el Museo de la Trinidad, incorporando sus fondos al ya Museo Nacional del Prado.
¿Y por qué te cuento todo esto, querido Diario? Pues porque hoy, durante las dos primeras horas, he vigilado, entre otras, unas salas con obras de Francisco de Zurbarán, en especial el cuadro San Jacobo de la Marca. ¿Y qué tiene que ver con todo lo que te contado? Pues que este cuadro procede del Convento Franciscano de Santa María de Jesús, de Alcalá de Henares, y que por la Desamortización pasó al Museo de la Trinidad y más tarde al Museo del Prado.
La vida del franciscano Jacobo de la Marca estuvo llena de mucho actos milagrosos, de los cuales Zurbarán elige dos para representarle...
La imagen principal es la de San Jacobo en pie, sosteniendo un cáliz eucarístico en alto. El cáliz resplandece, lo que pudiera parecer una exaltación de la Santa Eucaristía. Pero en realidad alude a un atentado que sufrió el monje, al que intentaron envenenar con el vino de la Misa.
El otro milagro, si te fijas bien, querido Diario, aparece en la pequeña escena al fondo del cuadro, a la izquierda. En ella se ve a San Jacobo resucitando a un niño muerto, que fue otro episodio memorable de su vida.
Ah, que se me olvidaba, querido Diario. Este cuadro pertenecía a un conjunto de cuatro cuadros que estaban en la Capilla de San Diego de Alcalá, en ese convento franciscano. Y es que San Diego es muy querido en mi ciudad, ya que tenemos el cuerpo incorrupto en la Catedral Magistral de Alcalá.
En fin, los cuatro cuadros eran San Jacobo de la Marca, pintado por Francisco de Zurbarán entre los años 1659 y 1660; San Buenaventura, también pintado por Zurbarán, más o menos hacia el 1659; Estigmatización de San Francisco, pintado por Alonso Cano hacia el año 1651 y San Antonio de Padua, también de Alonso Cano, pero no se ha podido comprobar la fecha, pero, lógicamente, se sabe que es del siglo XVII.
El problema es que solo este cuadro de San Jacobo de la Marca está en el Museo del Prado, más concretamente en la sala 10A. Los demás son del Museo del Prado pero están en depósito, en la Real Basílica de San Francisco El Grande, de Madrid.
Espero que te gusten.
Ahí lo dejo, querido Diario.
(Fotografías de los cuadros San Jacobo de la Marca - 1659-1660 - de Francisco de Zurbarán; San Buenaventura - hacia 1959 - de Francisco de Zurbarán; Estigmatización de San Francisco - hacia 1651 - de Alonso Cano y San Antonio de Padua - Siglo XVII - de Alonso Cano).
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